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jueves, 26 de marzo de 2009

Diego Balut ‘Volví a mi primer amor: la guitarra’





De su adolescencia musical aún conserva una vieja guitarra electro acústica Yamaha, negra y roja, y grandes recuerdos. Entre ellos, el de su tío, Carlos Calandra, abogado, músico y coleccionista de instrumentos, y otro especial de quien fuera el novio de su mamá, Teresa Calandra, el cantante de “Virus”, Federico Moura. Recuerdos que el tiempo amenazó con dejar guardados en un arcón, luego de diez años dedicados al modelaje. Sin embargo, desde hace dos, el novio de la actriz Liz Solari decidió apostar todo a la música, después de una carrera de una década en la agencia de Pancho Dotto. Pasional, sensible y sencillo, cualidades que se reflejan en su música, como si ésta fuera un espejo de sí mismo. Con su nuevo corte “Serías especial” de su banda “Balut”, acaba de alcanzar el top ten en los canales de música. Justamente, tema cuya letra escribió durante una madrugada, con su novia, la protagonista de “Champs 12”, y grabó en video con su hermano, el cineasta, Hassen Balut, en Uruguay, donde vive su familia paterna.

En la Isla de CARAS —a la que viajó con el “Special Service” de TAM Airlines, el servicio diferenciado para sus pasajeros—, el músico, en pleno ascenso, confiesa que aún no es tiempo para una boda. “Vivimos un momento genial aunque ahora la prioridad la tenemos en nuestros trabajos”, dice el músico y, antes de comenzar la entrevista, guitarra en mano, ofrece un poco de su arte con su primer corte “Lógico”.

—¿Cómo vive su nueva vida de músico?

—La estoy viviendo más feliz que nadie, porque no me importa la plata. Desde el primer día cuando la discográfica me dijo: “Tenés que ir a tocar a Villa Carlos Paz el 21 de septiembre”, y cuando llegué, tocábamos antes de Catupecu Machu, frente a 40.000 personas. Otro gran momento fue cuando toqué en el Gran Rex. La piel se me salió más o menos. Toqué de soporte de la cantante escocesa Katelin Tanstal, en el mismo escenario donde vi a Jetro Tool y a Cold Play. Para mi era como jugar en La Bombonera con (Diego) Maradona.

—¿Qué lugar ocupó Liz en esta transición?

—Fue muy importante. La flaca se la bancó mal, la conozco desde hace casi cinco años y ella también vivió mis transiciones de modelo, ya que uno no puede dedicarse al modelaje toda la vida. En algún momento uno necesita que ver cuál es el próximo paso que debe dar.

—¿A ella le entusiasma la música?

—Hay días que toco hasta las cuatro de la mañana y ella se queda en el living conmigo. Hay dos temas del disco que la letra es toda de ella, una es “Canto prohibido” y la otra se llama “Serías especial”.

—¿Le dedicó alguno de sus temas?

—Sí, “Hay un sol” (el sol sería ella).

—Ella canta bastante bien, ¿no se le ocurrió darle una participación?

—Cuando empezó con “Barbie” y con “Bailando por un sueño”, me sorprendió. Bailó de una manera increíble, como nunca antes la había visto. En Barbie fue igual. Hizo 40 funciones en el teatro Opera. Demostró cualidades que ni siquiera ella misma sabía que tenía. Le pedí que, al menos, me hiciera unos coros (risas).

—¿Piensan en casarse?

—Las ganas están siempre, pero tengo presente que acabo de renacer. Hoy tenemos otras prioridades.

—Igual parece haber una tercera en discordia: la guitarra.

—Sí, pero siempre acompañado por Liz, aunque por momentos sienta un poco de celos. Me pasó con mi primera guitarra eléctrica. Siempre digo que es mi novia, la fiel, porque la tuve nueve años en un cajón y, ahora, después de tanto tiempo, volvimos a estar juntos.


Fuente: revista caras

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